Perspectivas

Este blog presenta mi perspectiva de algunos documentos, de algunas visitas y en general desde mi experiencia, inerpretación y comprensión de temas que son edémicos en el país a nivel social, academico y cultural. Aunque es de uso académico para el área de matemáticas, a manera de sugerencia y medio de comunicación.

¿Cómo es el lugar dónde vivo?

Nací en esta nación de “gente pujante y echada pa´ lante”, es mi país, Colombia; a pesar de llevar viviendo aquí bastantes años, son pocos los lugares que conozco, pero de los cuales he aprendido mucho y en los que cada vez descubro que hay algo más. Inicialmente responderé a rasgos gigantescos cómo es donde vivo, pero poco a poco me iré centrando en dónde estoy, de paso haré una invitación a que conozcan mi entorno, cultural, turístico y gastronómico, en realidad éste último es el que más me llama la atención.

No pretendo dedicarme a decir lo mismo que dicen la mayoría de los libros de historia o los informes frente a la biodiversidad, las ventajas que tenemos al estar ubicados geográficamente, la riqueza cultural, antropológica etc., porque en realidad es algo que he leído en los libros y no me llama mucho la atención, y como lo ideal es no aburrir al lector, será narración lo que encontraran a continuación.

De lo que conozco me siento orgullosa y también siento la satisfacción de que tenemos paisajes y seres muy especiales y hermosos, por ejemplo, las hermosas praderas en Boyacá, en Bogotá y sus alrededores, o que decir de las personas amables que casi siempre nos reciben en lugares como: Bogotá (Cundinamarca), Arcabuco (Boyacá), Duitama (Boyacá), San gil (Santander), Vado real (Santander), Sutamarchan (Boyacá), La dorada (Caldas), Ipiales (Nariño), pasto (Nariño), entre otros pueblos o municipios en donde he podido alojarme o disfrutar de una deliciosa comida, porque yo creo que donde uno come bien, duerme bien; además, si nos tomamos el tiempo de observar el alrededor y reflexionar, habremos ganado más que un buen recuerdo, le habremos dado a la vida, a la tierra y todos los elementos, las gracias por lo que nos brindan, no solo diciéndoselo, sino también expresándolo en los valores y el respeto que se le ofrece al ambiente y al misterio, aún inexplicable, del ser.

Personalmente he aprendido con cada viaje, en algunos solo a observar, en otros a cuidar, en otros a preservar y en otros a valorar la compañía (aunque no hubiese otra persona conmigo), y también he aprendido que es poco lo que sé y lo que hago por preservar y promover la vida, en cualquiera de sus formas. Para mí es hermoso observar el vuelo de una mariposa, ya sea grande, pequeña, exótica o diferente, es hermoso observar los atardeceres, pues donde uno se detiene a observar, siempre hallara algo hermoso, así el cielo no esté despejado o simplemente no haya una sola nube en el panorama, pero si aprendemos a mirar con los ojos del sentir y no con los ojos materialista y consumistas habremos ganado aún más.

El ser un país tercermundista tiene sus ventajas y desventajas, entre las ventajas encontramos que podemos vivir más tiempo al tener costumbres alimenticias más sanas, gozamos en la mayoría de los casos de una base moral arraigada a los valores y costumbres religiosas que nos mueven a ser solidarios, amorosos, respetuosos y confiables, pero también ingenuos, ingenuos aquellos a quienes vendaron los ojos desde pequeños y así nos vendieron ideas en el país de ser los peores o no valer mucho, pero ésta es una desventaja que poco a poco se superará con la ayuda de la formación y educación critico reflexiva; entre las desventajas está la necesidad de tener a alguien en el poder y de obedecer órdenes sin ninguna razón o argumento, estar cegados por el bagaje o sobras que nos deja el mundo occidental y creer que debemos llegar al nivel “desarrollado” en el que se encuentran otros países, afortunadamente son ellos mismos quienes se encargan de mostrar hoy en día que donde estamos y vivimos es único y podría suplir mil necesidades si se sabe administrar, en fin no ahondare más al respecto porque estaría haciendo lo que hacen algunos libro y artículos y no es mi intención.

Continuemos con mi país y lo que más nos gustan, los paseos, de los paseos en los que compartimos con familiares, amigos y pareja, esos viajes en los que se vive, porque “recordar es vivir”, se experimenta y se reconoce lo que no se ve a simple vista, como son los detalles de la naturaleza, esos detalles que solo podemos admirar cuando no shemos alejado lo suficiente de lo comercial, para la muestra la FOTO PAISAJISTA DEL LADO, foto que nos muestra las cordilleras, montañas y sus delicados trazos esos que con solo verlos te hacen estremecer y sorprenderte de la maravilla y perfección de la naturaleza, y no necesita tener carteles, adornos, restaurantes en fin, considero que lo más hermoso es lo natural, así sin arandelas también nos podemos sentir nosotros. Esa imagen, me hacía pensar que un viaje tan largo (por tierra) desde Bogotá hasta Pasto, vale la pena, sin importar los inconvenientes el resultado o regalo lo supera todo y esa perfección y contraste te llena muy adentro y sientes que no necesitas mucho para ser tú, que así como viste esa “montaña” y luego te sentiste profundamente enamorado o atraído a ella, así le sucede al ser humano porque el que valora la belleza cuando la encuentra no la olvida, ni la deja ir y por el contrario lucha para que perdure.

Bueno entre mis numerables, visitas, para sorpresa de muchos, no han sido planeadas a parques naturales o turísticos, no, han sido visitas a familiares, de trabajo, de vacaciones, de descanso y de compromisos, pero en todas me he encontrado con unos paisajes naturalmente hermosos y completos, y no solo eso, también con unas personas que saben y te enseñan, indirectamente, que el saludo como la comida no se le niega a nadie; con la anterior frase doy paso a hablar de lo más delicioso que he probado: la comida de algunos de los lugares que he visitado; En primer lugar les cuento que la comida que más me ha impactado por su sabor es la boyacense, en algo interfieren mis raíces ancestrales.

Platos Boyacenses: Entre los platos que conozco y me encantan, les voy a hablar del típico “cocido boyacense” que aunque para algunos no es de mucho agrado uno de sus ingredientes, para otros saborearlos es un placer poco común. Dicho plato está compuesto básicamente, por: costilla de cerdo, cubios (generalmente es el que no agrada, pero sinceramente a mi me encanta), ruas, alverjas, abas, mazorcas, papas sabaneras pequeñas y un fulminante guiso que le abre el apetito a cualquiera. Generalmente se sirve con arroz blanco. También es reconocido el piquete que es un picado de gallina con la sustancia caldo, arroz y papas sabaneras, generalmente se consume en el campo entre las cinco y seis de la tarde antes de la comida o aveces se acostumbra que esa sea la comida y se acompaña con chicha o guarapo, a base de maíz. Y se acostumbra mucho cocinar en fogones de leña –aún no es comprobado científicamente, pero por mi experiencia gastronómica le da un toque espectacular a la comida-. Otra delicia de Boyacá es la longaniza de Sutamarchan, o como es conocida “El palacio de la longaniza”, es que tiene un toque como picoso, pero no muy condimentado que cuando toca el paladar, mmm, es deliciosa y acompañarla por una picada con papas criollas y un refajo o cerveza, es muy rico.

Otros platos típicos: Otro plato típico es el CUI asado en Nariño, siendo más distribuido en Pasto e Ipiales, acompañado por papas pastusas , su sabor, y la suavidad de la carne es único, pero hay que probarlo. La trucha acompañada por patacón, arroz, papas y ensalada, y una buena limonada, convence y satisface a los paladares más delicados y exigentes, por cierto, es necesario comer la trucha con limón en mano debido a la cantidad de espinas pequeñas que esta tiene, y se come así para evitar que las espinas nos lastimen ya que el efecto del limón sobre las espinas es como disolvente, pues yo he comprobado que si uno pone una espina en zumo de limón esta al cabo de unos minutos o menos se ha vuelto más blanda y quebradiza, se adelgaza. El ajiaco bogotano, generalmente lleva papa criolla y papa de año (sabanera o pastusa), pollo ya sea en presa o sea desmenuzado, arvejas, mazorca, cilantro, guascas, estas dos últimas son hierbas que le dan el toque a la sopa, también se acompaña con arroz blanco, pan francés y crema de leche (para la sopa), algunas personas usan también las alcaparras, pero personalmente no me apetecen.

Tal vez en una próxima oportunidad les siga describiendo un poco sobre los platos típicos, porque a decir verdad son muchos los que he probado y de solo recordarlos me siento feliz y provocada, pero al no poder tenerlos cerca, lo mejor es dejar de hablar de ellos por un momento.

Ya mencione un poco de Colombia, el lugar en donde vivo, pero lo ideal es llegar hasta donde estoy asentada actualmente es decir Berlín, si Berlín Alemania….ja ja ja ja, mentiras Berlín (Suba-Bogotá), esa es otra característica del lugar que les voy a hablar a continuación.

Bogotá es el centro turístico e histórico del País (si usted espera algo como lo anterior puede dirigirse a una enciclopedia, de lo contrario continúe), Bogotá es conocida por “las oportunidades económicas” que allí se encuentran, eso creen algunas personas, otras saben que la economía y el dinero está en cualquier lugar esperando a ser encontrado, pero en fin hay de todo en el mundo; Capital de Colombia, contiene un gran tesoro histórico, no solo de la conquista y demás cosas del viejo continente, también posee historias, aun se preserva la identidad cultural y algunas tribus indígenas entre otras costumbres que fueron halladas accidentalmente.

En dicha ciudad, también hay gente buena, amable y en la que se puede confiar, pero como no todo puede ser bueno también hay pobreza, violencia, abuso y en realidad se tiene que aprender a ver con los ojos del ser, para identificar quien es y quien aparenta o busca lastimar al otro, últimamente se ha vuelto una ciudad del avivato, en donde tiene comodidades el que sabe cómo engañar y comprar al menor precio, para vender al doble. De esos personajes encontramos muchos generalmente reunidos en un salón enorme llamado congreso.

Afortunadamente yo veo más lo positivo que lo negativo; los niños son espectaculares, que de no ser por uno que otro profesor tradicionalista serían una pilera y trabajarían siempre, pero como son estereotipados entonces se niegan a trabajar porque en realidad creen lo que dicen algunos personajes que no conciben el cambio. Sin embargo, en su mayoría son niños felices en sus mundos, con sus amigos, con lo poco que les puede brindar su familia y me refiero a poblaciones con dificultades económicas con las que he trabajado.

Entre los sitios para visitar en Bogotá, a parte de los museos, yo invito a las personas a participar y acercarse a los miradores, sea desde el último piso de la torre COLPATRIA, por cierto la más alta de la ciudad, o desde el Mirador de Suba o de los nevados, porque siempre me inclinare a promover el valor por la naturaleza ya que lo he aprendido y me siento cada día más completa porque soy consciente de la felicidad que me brindo y le brindo a la naturaleza.

También nos caracterizamos por ser una sociedad pluralista aunque no todos lo sepan, pero algunos lo sabemos y buscamos cooperar para que nuestra sociedad se convierta en una fortaleza, pensante, critica y andante; retomando, somos una sociedad con diversidad no solo natural, sino también cultural, musical, recreativa, en fin, buscamos divertirnos de ser posible, pero también hay evento que nos reúne periódicamente, por ejemplo, Rock al parque, el festival iberoamericano de Teatro, caminatas de la solidaridad, exposiciones de autos clásicos, ferias gastronómicas, entre otros, que destaco solo para provocar al lector, para que se acerque un poso más a la comida y a la cultura, para que forme parte de ésta.

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